Auriana S. Strizzi

18 años
Teko
Ana
Italiana
Estudiante
Filosofía y Letras

Auriana es una muchacha alta, delgada, y de tez pálida. Tiene una bonita sonrisa que no tiene problemas en enseñar, pero no muchas personas han logrado apreciar una auténticamente feliz. Su cabello es de un rubio apagado que suele tener un par de mechones en distintas direcciones, llegándole hasta la altura de los hombros, y sus ojos tienen una tonalidad grisácea. Su nariz es fina y recta y sus labios, si bien son algo finos, tienen una tonalidad rosada que invita a probarlos. Para Auriana, al menos, esa no sería molestia. Sus manos son de dedos largos y delgados, ideales para un artesano o quizás un músico. En cuanto a su vestimentas, en realidad suele anteponer la comodidad al buen vestir. [url=Link de la imagen]Click Aquí[/url]

El carácter de Auriana evolucionó considerablemente hasta llegar a ser lo que hoy es. En su niñez era una pequeña niña tímida, casi muda ante cualquier otra niña: se sentía intimidada. Progresivamente abandonó esa timidez, aunque pasaría mucho tiempo hasta que ella dejara de sentirse intimidada. Actualmente es bastante abierta en cuanto a sus emociones, aunque se resiste un poco bastante a revelar aquellas que surgen de lo más profundo de sí. Pero es cariñosa, y encuentra que hay cosas que prefiere expresar con su cuerpo y no simplemente con su voz. Es un poco cínica a decir verdad y a veces también despistada, mas no es fría: todo lo contrario. Es sólo que, como dijimos, es un poco torpe. El algo orgullosa, también, pero se apena de su propio orgullo. Otro de sus defectos es que le cuesta diferenciar la admiración de la envidia; en ocasiones no está segura de lo que siente. Es una muchacha bastante curiosa, además, llegando a adoptar en algunas ocasiones comportamientos más bien infantiles.

Auriana se crió junto a su madre, sus libros y alguna que otra mascota ocasional –generalmente una tortuga o un gato-. Su madre era una filósofa bastante conocida en su mundillo filosófico y también una mujer muy independiente; uno de sus más grandes deseos era el que su hija resultara ser una criatura muy similar a ella y se empecinó en, más que darle una crianza adecuada, una excelente educación. Al menos ella cree que su trabajo dio frutos.
Con una vida así no es de extrañar que en su niñez Auriana fuera una niña solitaria, si bien con el tiempo pudo lograr relaciones con otras personas medianamente aceptables. A medida que fue creciendo fue perdiendo su timidez, lo cual fue un alivio. Gracias a su madre pudo ahorrarse una considerable cantidad de problemas, pero también ganó otros. Su soledad, la ausencia de otros familiares… pero finalmente pudo hacer frente a todo aquello.
Una de las particularidades de vivir con su madre era que Auriana no pasaba más de un año en un mismo país o cuando menos en una misma ciudad; la verdad es que Italia les quedaba pequeño. Fue idea suya, una vez que se instalaron lo suficientemente cerca, el ingresar en la Academia Lovellia: de esa forma su madre podría viajar aún con mayor libertad y ella ganaría cierta estabilidad en su vida. No pasó de un día para el otro; Auriana se tomó su tiempo saboreando la idea de emprender un estilo de vida tan distinto al que acostumbraba, pero decidió que sería una experiencia interesante y en verdad hasta le hacía ilusión conocer a muchachas tan agraciadas, como se rumoreaba. Las cosas fueron bastante bien; hoy, a sus dieciocho años, Auriana siente cierta nostalgia respecto a dejar un lugar que la hizo tan feliz.

Gustos:
Su gran pasión es la literatura, y podemos deducir que su lugar ideal es una biblioteca. También le agradan mucho los bosques: uno de sus sueños a futuro sería habitar una confortable cabaña en uno de ellos, siendo ella una modesta escritora y quizás hasta compartiendo la cabaña con alguna mujer especial. También le agradan mucho los animales, sintiendo una especial predilección por animales como los gatos, los mapaches, las tortugas y los caracoles. Le agradan también los alimentos dulces, las personas originales y el hacer obsequios repentinos a las personas que aprecia.
Disgustos:
La verdad es que sus mayores disgustos se encierran en conductas humanas: no le gustan los engaños, ni siquiera las mentiras piadosas, así como tampoco las conductas frías y las mentes cerradas. Tampoco le agrada el verano, los mosquitos y los perros.
Otros datos:
• Admira a su madre pero también la envidia; desearía superarla académicamente.
• Está convencida de que se convertirá en una escritora relativamente conocida.
• Le hubiera gustado aprender a tocar instrumentos tales como el piano y el violín… pero no ha sido posible.

"Es imposible suprimir el bien o el mal, sólo podemos mantener al bien despierto mientras adormecemos el mal.”