Investigando por el bosque

Era sábado así que la morena se toma el tiempo para tomarse este día para examinar el campus, la ciudad y sus alrededores, ya que acababa de llegar el día anterior y el campus lo tenía medio localizado. Por lo que, vistiéndose con un simple pantalón negro tipo deportivo y una camiseta blanca ceñida, se coloca una chaqueta también deportiva negra y sale al exterior, dejándose llevar por sus pies. Se memorizaba todo lo que veía, pues al tener buena memoria no tendría pérdida. De su bolsillos saca su reproductor MP3 y le da play para empezar a escuchar música, especialmente de una grandísima intérprete de Internet: Lindsey Stirling. Le encanta aquella norteamericana, era increíble lo que era capaz de componer, así que escuchando ahora Crystallize, se introduce al bosque.
Iba pisando con cuidado la hierba que estaba bajo sus pies, pues al haber tantas ramas que salían por el suelo, no quería tropezarse, así que a veces tenía que brincar para pasar por encima de grandes raíces de algunos árboles.

Cada vez se iba introduciendo más y más, siempre hiendo con cuidado porque ahí si tenía peligro de perderse al ser todo tan igual. Así que intentaba ir todo recto hasta que empieza a escuchar ruidos extraños, como pisadas, así que se gira y se gira cada vez que los escuchaba. Se extraña y por ello frunce el ceño, así que decide seguir el sonido de los pasos pero escucha como si estos se alejaran, como si huyeran de ella. Así que como no queriendo asustar aquello que fuera o quien fuera, solo decide seguir su camino e intentar omitir el ruido que la seguía.

Una día tranquilo, o por lo menos tranquilo desde que aquellos sueños habían desaparecido en su totalidad, aquellos donde miraba aquel rostro masculino que se acercaba a mi para convertirse en un demonio y que hacían que me levantara llorando y sudando por las noches. Necesitaba salir a pasear, algo natural, y los bosques de los al rededores serian un buen lugar para calmarme y olvidar.

Desde temprano había arreglado una pequeña mochila, con algo de agua, un par de sandwiches, papitas y algunos dulces. De ropa llevaba unos vaqueros y una playerita rosa con lila, que hacia ver mi cuerpo perfecto, tenis y una gorrita para el sol, por supuesto mi celular para mirar la hora y no pasarme.

Ya lista tome mis cosas y salí a explorar, me adentre en el bosque mientras miraba con curiosidad los arboles y las ardillas y pajaritos que paseaban sobre mi cabeza, una sonrisa en mi rostro bien dibujada se asomaba por mis finos labios, todo estaba normal, incluso mas adelante podía escuchar la vertiente de un río, probablemente llegando hasta un lago, por lo que decidí que ese seria un buen lugar para descansar, a lo lejos escuche liebres que corrían, incluso a lo lejos note una cueva donde una osa se sentaba con sus dos ositos a comer. Unos pasos se escucharon cerca de donde me encontraba, del miedo que pudiese tenerle a cualquier animal, al humano es al que le temía mas, por lo que al escucharle cerca, salte a unas ramas de un árbol y me escondí entre estas, pendiente de quien estuviese cerca, y una vez pasara el peligro, bajaría.

La morena deja de escuchar ruidos así que suspira y sigue caminando pero, sin darse cuenta que había una raíz saliendo de entre la hierba, se tropieza por ahí y cae dando vueltas, rodando hasta caer al suelo soltando un leve grito, pero no fuerte, consiguió ahogarlo. Suspira y se sienta poco a poco, intentando levantarse pero se sienta de nuevo al notar un leve dolor en su tobillo diestro, por lo que cerrando su ojo zurdo mira el tobillo sosteniéndolo suavemente.

-Ah… Me pasa por estar pensando en otras cosas… –Se apena un poco para así, a rastras, acercarse a un árbol y apoyándose en él, se ayuda a ponerse en pie, apoyándose en el pie bueno y al alzar la vista, su mirada se ilumina al ver que estaba en frente de un hermoso río.

Sonríe y ve a un pequeño conejo correteando por la zona hasta que se acerca a ella, apoyándose en sus piernas traseras, mirándola mientras movía típicamente entre su especia la nariz. La chica se agacha y lo sostiene entre sus manos con sumo cuidado, acariciando su lomo hasta que se fija como este se apoya en su hombro mirando hacia arriba, por lo que curiosa y pestañeando un par de veces y así, seguir su mirada hasta ver a una chica de aspecto delicado y asustadiza. Deja con cuidado el conejo en el suelo y este enseguida se va, así que poniéndose en pie no aparta su mirada azulada sobre la suya.

-¿Estás bien? –Mira ambos lados- ¿Alguien te sigue? –Pregunta con mucho cuidado y amabilidad, para así viera que no le haría nada excepto ayudarla.

Por que a mi? de todos los lugares donde se pudo haber tropezado tenia que ser cerca de donde yo estaba, a simple vista sus facciones me parecieron bastante masculinas, eso me daba pavor y ahora no me podría mover hasta que se fuera, solo esperaba que no me escuchara. Desgraciadamente para mi, los animales son mas perceptivos que las personas, por lo que cuando aquel conejo se acerco a donde la persona que estaba ahí, este miro hacia arriba "no, por favor baja la mirada, bájala" me comunique con este mentalmente, pero para entonces ya era tarde y había sido descubierta. Al momento en que le vi mirar hacia arriba mi cuerpo se tenso y mis manos se pescaron con fuerza de las ramas, tanto que hasta comenzaba ha perforar la madera.

De un momento a otro al escuchar la voz de aquella persona, mi mente se dio cuenta de que aquella persona no era hombre si no mujer, "odio que se corten tanto el pelo parecen hombres" dije para mi al mirar mejor aquel cuerpo que efectivamente era femenino, olfatee un poco el ambiente y note que no había mas humanos que ella en aquel lugar, por lo que mi cuerpo dejo de estar tenso al parecer...usted era la que me seguía dije con una voz apenas tenue, en la cual se denotaba algo de temor, mientras le miraba desde arriba, aun dispuesta a no bajar del árbol hasta no saberme segura.

La chica pestañea confundida y después se rasca la nuca, aun sonriendo a la chica para darle a entender que no le haría nada y, sobre todo, que no la estaba siguiendo. Cojea un poco para alejarse del árbol para darle un poco más de confianza.

-¿Seguirte? Te puedo asegurar que no, es extraño ver a gente por aquí –Se rasca la nuca apenada- Me disculpo si fue lo que creíste, no quería asustaros –Le sigue hablando con gran tranquilidad y amabilidad. No quería asustarla, así que cojeando un poco más para alejarse sigue mirándola- No te voy a hacer nada, pero ve con cuidado o podrías caerte… –Le informa algo preocupada por aquello, así que solo espera que la rubia no esté tan tensa ni desconfíe tanto de ella.

Mire a la otra chica y escuche lo que decía, me lo pensé un poco y tenia razon, si quisiera hacerme algo lo habría hecho ya, aunque con el pie lastimado dudaba que pudiese hacer mucho, un suspiro salio de mis labios y asentí al momento de verle caminar... supongo que si... fue lo único que logre decir antes de acomodarme para bajar del árbol cayendo de pie limpiamente como un felino, por supuesto sin quitarle la vista de encima hum...veo que te lastimaste, necesitas ayuda? dije levemente con el rostro agachado pero sin quitarle la vista de encima mientras mis manos se aferraban un poco a la mochila que traia cargada.

Me acerque un par de pasos a la chica y por fin sonrei levemente con las mejillas sonrojadas soy Tayra

Ríe suavemente y avergonzada por lo del tobillo, ya que no era típico de ella ser torpe, pero hoy tal vez no era su día.

-No te preocupes, de momento puedo caminar aunque cojee un poco –Le sonríe muy amable y al ver como se atrevió a presentarse, por inercia ofreció su mano a modo de presentación y saludo- Me llamo Sora Yurai, un gusto Tayra-san –Le sigue sonriendo, aunque manteniendo distancias para no asustarla, pues no quería que pensara mal, que pensara que le iba a hacer algo.

Así que solo esperó a que aceptara la mano o sino, no pasaba nada, la apartaría cuidadosa para no asustarla.

Observe con cuidado a mi contraria al ofrecerme su mano, parecía tener una sonrisa sincera, aunque con el montón de cosas que ya me habían pasado...bueno que mas daba, tome su mano en senal de tregua aun con aquella sonrisa tímida puedo decirte Sora? me gusta como se escucha mencione una vez solté su mano.

Mire en varias direcciones y luego a la mujer viniste a pasear o estas buscando algo en especifico mi rostro se ladeo un poco mientras la miraba, para luego distraerme un poco al momento en que miraba un par de conejos que se acercaban a la orilla del lago que estaba cerca de ahi mmm te parece si nos acercamos al lago, sirve que descansas tu pie...claro si no te molesta que me quede contigo, no quiero ser una carga dije mientras jugaba un poco con mis dedos indices haciendo circulitos con la cabeza agachada un poco.

Pestañea un par de veces de manera inocente hasta volver a sonreír muy dulce.

-Claro, llámame como desees –Se da cuenta que mira tras ella así que se gira poco a poco y ve a un par de conejo, por lo que su mirada se enternece. Pues le encantaba los animales- A pesar –Se ladea para verla- Solo que escuché un ruido extraño y salí corriendo, pensando que alguien estaba mal, por lo que no pude evitar salir corriendo para ayudarla –Se rasca la nuca torpemente- No puedo evitar ayudar a los demás –Dice por último para girarse y caminar un poco, entre cojeo y cojeo- ¡Claro! No me molesta tu compañía, puedes quedarte aquí tanto tiempo quieras –Le responde de nuevo dedicándole una sonrisa serena.

Llegando al lago, con cuidado se sienta y deja su pierna estirada para dejar que su tobillo descansara tranquilo.