~*En aquel silencio sepulcral*~

Caminaba tranquilamente por los pasillos, aquel era de aquellos días en los que no tenia absolutamente nada que hacer, si no, vagar por aquellos pasillos que a pesar de todo casi no conocía, eran largos e indefinidos, pero a ella simplemente le agradaba caminar, siguiendo el sonido del cascabel de su pequeño Neo, el cual debido a tantos años al lado de la chica, ya había aprendido diferentes "señales" para ayudarla. -Esta escuela es muy grande o no?- Comento tranquila la chica sabiendo que solo se escuchaba el tintinear del cascabel en respuesta a su voz.

Pero de repente, al entrar en una habitación...se sintió verdaderamente ciega. El sonido del cascabel aun sonaba, pero aparentemente estaba en una sala muy grande donde el tintinear hacia un eco bastante claro y que le hacía confundirse de hacia donde había ido el minino. Se detuvo y el animal lo hizo también, y para empeorar su situación...no había ningún otro sonido, a veces se guiaba por voces y demás a su alrededor...pero si no se escuchaba nada, que podía hacer, ni si quiera estaba segura de donde estaría la salida de aquella sala.

-V-ven Neo- Susurro, bastante nerviosa, moviendo sus manos de un lado a otro delante de ella, temiendo chocar contra alguna pared. Hasta que encontró algo...una...silla?, si, o al menos aquello le decía su tacto, encontró un poco mejor la forma del mueble y se sentó en esta, y se percato que a un lado de la silla estaba lo que parecía ser una mesa. El gatito se subió a su regazo, y ella se acomodo un poco mejor...donde estaba?, porque estaba tan silencioso?, porque era tan espacioso?...y más aun, que haría ahora??, como saldría...en su tiempo ahí, nunca se había sentido tan ciega como en aquel momento

El pequeño gatito se restregaba contra su mano, sabia que era para tranquilizarle, pero no lo lograba del todo a decir verdad realmente había pensado que no seria tanto problema ubicarse, menos al tener a su gatito, que le guiaría por donde fuera necesario. Pero no había pensado que podría llegar a una situación en la que el minino no pudiera ayudarle. El mismo ronroneo del animal resonaba en el lugar de dimensiones desconocidas haciéndole confundirse mas y mas

Dio un saltito en su sitio al escuchar una voz, alguien recién llegado podía pensar.- Yo…no - Le dijo con sinceridad y sin pensar en ocultar su confusión y ansiedad acrecentándose – P-por favor, podría decirme, en donde estamos? - Fue su duda inmediata, realmente necesitaba saber donde estaba, que clase de lugar era ese como para que se encontrara en aquel problema?. El gato al mirar a la recién llegada, bajo del regazo de su dueña y camino un poco mas lejos de ellas, con el cascabel de su cuello haciendo eco por el lugar haciéndole morder su labio inferior suavemente sin saber que pensar.

Respiro lentamente intentando tranquilizarse, y con su mano temblando levemente se sostuvo de la mesa y se levanto, suspirando casi inaudiblemente – Lo siento…es que me he perdido, y no se como salir de aquí - Se explico sin querer que la otra chica, se confundiera demasiado ante su actitud

Rio asintiendo suavemente con su cabeza visiblemente alegre por el comentario. –Nunca he escuchado de algún gato como Neo- en ese momento el gatito al escuchar su nombre siendo mencionado regreso hasta el lado de su dueña y volvió a subir a su regazo solo para que la chica le propinara una suave caricia, antes de subir a la mesa y caminar por esta volviendo a alejarse –Y aunque yo creo que es por su inteligencia, muchos lo atribuyen a que ha estado gran parte de mi vida a mi lado…- Sonrió con dulzura, recordando cuando apenas el gatito llego con ella, los maullidos del pequeño que quería algo de atención, pero ella por evidentes razones no entendía. Y en cambio en aquel momento a pesar de saber utilizar el bastón para ciegos cosa que tal vez le habría sido muy útil en aquel momento…aun así prefería a su mascota

-Si…no tiene mucho que llegue, y este lugar es muy grande así que aun no lo conozco del todo- rio encogiéndose de hombros, pero cuando escucho lo siguiente la sorpresa se mostro en sus ojos –Oh lo siento, es un placer conocerle profesora- Dijo evidentemente apenada por la confianza con la que antes la había estado hablando. –M-mi nombre es Aeryn Blau- Sonrió natural y amable de igual forma ignorante de lo que le rodeaba solo concentrándose en la voz ajena

Sonrió, realmente alegre por aquel simple comentario –Si…yo también lo creo- Susurro con inocencia, sin realmente pensar demasiado, simplemente recordando con ilusión sus momentos con el pequeño gato. Alegre por que la otra mujer no fuera parte de aquellas personas que le decían que solo se trataba de un animal, y que realmente no era tan importante.

-entonces podría hablarte de tu? - Se noto la alegría que sintió ante la idea, teniendo aquella idea en cuanto la mayor menciono aquello sobre la formalidad. Y ella le gustaba tratar a los demás con confianza y viceversa, y aunque suponía que por tratarse de una maestra, no podría aproximarse mucho. El hablarse con la suficiente confianza era algo que le animaba bastante. Suponía que ya averiguaría más tarde que tanto podría acercarse a la mayor, y que tanto esta le permitiría acercársele.

-Oh- Rio apenada negando con su cabeza y justo después encogiéndose de hombros. –He paseado mucho por la escuela…pero no sé del todo que lugares eh recorrido- Les escucho con total atención, y en algún punto, por alguna razón sin que lo supiera un rubor se poso en sus mejillas. Realmente no sabía porque pero la vergüenza se había hecho presente, solo sabía que había derivado del tono utilizado en las palabras de la mayor, era un tono que nunca había escuchado. Y desataba en ella una sensación de vergüenza y curiosidad a la vez –A-amm, claro, me encantaría que me enseñaras la escuela- Sonrió con dulzura, tratando de disimular lo mejor posible su vergüenza

Negó suavemente con su cabeza, visiblemente satisfecha con la respuesta que recién había recibido –No, no me incomoda ser más formal en un salón de clases. Además…ni si quiera estoy segura si tendré alguna clase contigo- Rio levemente encogiéndose de hombros. Aguzo el oído creyendo escuchar que el asiento frente a ella se removía, se quedo quieta esperando ver si había alguna reacción a aquel sonido. Cuando…que era aquello que sentía contra su rostro, un pequeño aire corto y cálido, era la respiración ajena?. Se ruborizo a sobremanera ante la idea de tener tan cerca a la mayor, alejándose apenas unos milímetros debido al repentino nerviosismo –a-ah…yo…ahora estaría bien, si tu lo deseas claro- Respondió lo mejor que pudo a la pregunta

Se estremeció…sensible en exceso como era ante aquellos contactos, color?...suponía se refería a sus mejillas…y en ese momento bajo el rostro cubriendo con sus dedos sus mejillas –o..Yo no sabía que…- se sentía bastante apenada, no solo por su rubor…si no por el comentario positivo sobre este